jueves, 16 de agosto de 2012

47.- Muse - The resistance.



Muse han conseguido, con poco más de 30 años, llenar estadios. Pero hay una diferencia colosal entre los motivos por los que 50.000 personas van a ver a Muse, a U2 o a Madonna. Ellos no son telepredicadores ni líderes de ninguna generación. Su grandeza reside únicamente en el mastodóntico talento que les ha hecho firmar dos obras maestras (esta y Black Holes and Revelations) , dos discos sobresalientes (Absolution y Origin of Simmetry) y uno generacional (Showbiz). Y ninguno es continuación del anterior.
The Resistance tiene los mismos altos y bajos que la vida de cualquier mortal: denso, complejo, excesivo, marciano, cargado de imágenes, profundamente cinematográfico. El disco empieza directo, energico, potente, como quien ofrece lo mejor de sí mismo en Uprising. Ritmo endiablado de batería, palmas y un épico sintetizador perfecto para levantar estadios. Un temón oscuro, contundente, de lo más accesible del disco que se empalma con el sinuoso ambiente inicial de The Resistance, colosal segundo tema. El Starlight de este disco. Los redobles se empiezan a oír a lo lejos y cada vez se acercan más. Con un puente puro Queen “It could be wrong” y un estribillo colorista y grandilocuente para terminar el tema con los redobles del principio, alejándose poco a poco.
La tercera es Undisclosed desires, que, siguiendo con el símil del desarrollo de la vida de un ser humano, simboliza (en forma de canción) esa decisión no acertada que todos tomamos en un momento dado de nuestras vidas, con un punto rebelde, anti sistema, innecesaria desde la perspectiva del tiempo pero obvia en el in situ, que te conduce a tu primera hostia con la realidad. Quizá esta sea la hostia del disco. Como la vida, The resistance tiene altibajos, momentos gloriosos y un desenlace en este caso, hiperprecioso.
United States Of Eurasia es esa bestia parda que es antónimo de cualquier atisbo de academicismo. Ese momento en el que te haces adulto y haces grandes cosas, pero todavía tienes modelos que imitas que te hacen demasiada sombra. En este caso, el modelo a imitar es Freddy Mercury, obviamente, pero el resultado final es notablemente lustroso. ¿Se puede conseguir que un piano con cadencia árabe suene psicodélico?. Muse pueden. No es Bohemiam Rapsody, quizá eso es tirar demasiado por lo alto, pero tiene una belleza incuestionable. ¿Meter una pequeña pieza de Chopin? Alguno pondrá el grito en el cielo, y no necesariamente un purista. Pero ¿Quién tiene cojones de hacerlo en la actualidad?
Con Guiding Light y Mk Ultra (nombre del experimento ilegal que Allen Dulles, director de la CIA, autorizó para llevar a cabo en secreto durante la Guerra Fría y que consistía en crear una droga que incitaba al sujeto a decir la verdad) son más accesibles. Menos originales. Mk es un cañón electrónico lleno de sintetizadores. Bellamy,Howard y Wolstenholme llegan a la madurez por la puerta grande. Asentados. Y aún quedan dos joyas antes de su gloriosa decadencia. La primera, Unnatural Selection, que es el tema en el que las guitarras (pelín olvidadas en conjunto) toman protagonismo. Redondo. La segunda, I Belong To You, que representa ese momento en el que se deshacen de ataduras y complejos y firman el preludio de lo que va a ser su más acertado registro. ¿el francés de Bellamy? (el acento, entiéndase bien, por favor) Arena de otro costal.
Y la madre del cordero. El eje central de este disco y, probablemente el motivo por el que existe The Resistance.Exogenesis: (Part I, II y III)
Overture es siniestra, misteriosa. El sosegado timbre de Mathew en clave operística es impresionante. Pura psicodelia. Uno se remonta a los años 60 y ve a Álex, protagonista de La naranja mecánica repartiendo hostias como panes a cámara lenta. Y uno no prodiga con la violencia, que cualquier ente superior me salve, pero la imagen puramente cinematográfica en la cabeza fascina. Uno también puede imaginarse a Bellamy cual demiurgo en una de las siete maravillas del mundo cantando esta belleza.
El piano, aquí desasosegante, de Exogenesis II (Cross Pollination) nos lleva a 2001: Odisea en el espacio en su inicio para desembocar en un decadente ritmo de vals con la trasnochada, lúcida, quebrada y profundamente inspirada voz de Mathew que se hace cada vez más grande sin perder la apocalíptica, axfisiante, incómoda sensación que está elevando la canción al cielo. Y vuelve la calma. Pero la sensación es igual de incómoda. La de un mal sueño.
Exogenesis III (Redemption) sería la música perfecta para que sonara en tu funeral. Esperanzadora pero triste, musical reflejo del universo que nos rodea. Perfecta para repasar tu existencia en diapositivas. Y para entender que, la vida, igual que este disco, es absolutamente compleja e inspiradora. 
Para quien esto escribe Muse han escrito el mejor disco del siglo XXI. Para muchos, es de entender, no lo será. De hecho, las críticas de los detractores están siendo terribles. Ahora bien. Es el único grupo del siglo XX y XXI capaz de hacer sombra a Queen. Y además, desde su condición de mainstream planetarios, han firmado una de las idas de olla más sobresalientes de la historia de la múscia. Y eso, hoy en día, no lo hace nadie. 

¿Mi consejo? Cómpralo y escuchalo. Juzga tu mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Teneis alguna duda?, ¿Quereis comentarnos vuestra opinion? Pues este es vuestro espacio para que sepamos que sentís acerca de Este Arte Llamado Rock.